domingo, 14 de diciembre de 2008

La Realidad de la Familia en España


La familia española mucho peor tratada que la europea


El Instituto de Política Familiar avanza su informe anual
El Instituto de Política Familiar (IPF) acaba de dar a conocer un avance de los datos de su último estudio que demuestra que la familia española está discriminada si la comparamos con el resto de la Unión Europea. El informe, que será presentado oficialmente en noviembre, destaca que las familias españolas reciben menos dinero y, para percibir prestaciones, se les exige mucho más que al resto de las europeas.
Esta situación se produce porque las administraciones españolas a nivel estatal nunca han creído en la familia y no ha habido voluntad política de ayudar a la familia, según se denuncia desde el IPF. Su presidente, Eduardo Hertfelder, afirma que esto "se ha traducido en que no se ha dotado de organismos suficientes, asignaciones presupuestarias adecuadas ni de las necesarias medidas de apoyo a la familia".
En Europa no ocurre esto, porque los diferentes Gobiernos se han dado cuenta de las funciones sociales que cumple la familia. A esto habría que añadir, denuncia Hertfelder, que "el Ejecutivo español tiene una concepción antifamiliar y considera que la familia es la estructura alienante que impide el desarrollo de las distintas individualidades que la componen".
El informe ha sido realizado por un equipo multidisciplinar de expertos de distintas áreas como sociólogos, psicólogos, economistas, demógrafos, expertos en conciliación de vida laboral y familiar, etc. coordinados por el Instituto de Política Familiar. También ha contado con la colaboración del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
ESTAMOS A LA COLA DE EUROPA
La familia española está claramente discriminada con respecto a la europea, porque en países como Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda y Luxemburgo, por poner sólo unos ejemplos, las ayudas familiares son universales; es decir, independiente de los ingresos. En España la dificultad es doble porque depende de un límite de ingresos que, además, es excesivamente bajo.
A esto hay que añadir que en la mayoría de los países de la Unión Europea, la cuantía de la prestación social por hijo a cargo va aumentando a medida que se amplía el número de hijos. En España permanece inalterable independientemente del número de hijos que se tenga. La cantidad es de 24,25 euros al mes. Este importe es la única ayuda, junto con la paga de cien euros que facilita el Gobierno central. El resto de las ayudas provienen de las comunidades autónomas.
En España, un matrimonio que tuviese un hijo y ganasen entre los dos 9.000 euros brutos al año no tendría derecho a la prestación social de la Seguridad Social, y un matrimonio que tuviese nueve hijos y ganasen entre los dos 30.000 euros brutos al año tampoco tendría derecho a la prestación social de la Seguridad Social.
Para mejorar esta situación, el presidente del IPF le pide al gobierno " una voluntad política, que se traduzcan en la creación de tres organismos que nosotros consideramos fundamentales". El primero de ellos es un Ministerio de Familia o, al menos, una Secretaría de Estado de Familia; esto demostraría que "la familia es prioritaria para el Estado y por tanto le pone un organismo de primer nivel".
En segundo lugar se pide el Observatorio de la Familia que, según denuncia Eduardo Hertfelder, "ya está aprobado y que después de 20 meses todavía no se ha puesto en marcha". Este organismo debería reunir expertos para analizar la política familiar y controlar la política del Gobierno en esta materia. Por último, Hertfelder pide un plan integral de apoyo a al familia. "El Gobierno había dicho que iba a hacerlo para 2005-2008 y estamos a finales de 2005 y todavía ni se ha puesto en marcha".
Una vez hecho esto se hará necesario que esos organismos y planes cuenten con las dotaciones presupuestarias suficientes, porque España es el país de la Unión Europea que dedica menos ayuda a la familia. Eduardo Hertfelder recuerda que "dedicamos el 0,5 por ciento del PIB cuando la media europea está en el 2,2 por ciento".

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