lunes, 22 de diciembre de 2008

UNAS BUENAS PALABRAS CON SENTIDO PROFUNDO DE NAVIDAD


EL HOMBRE HA NECESITADO SIEMPRE ALGUIEN QUE LO SALVARA
El cardenal Rouco afirma que “pensar que no hay crisis que se resista a la bondad y misericordia de Dios es lo propio de los cristianos que celebran la Navidad con fe"
Con motivo de la celebración del V Centenario de la Iglesia de San Sebastián Mártir, en San Sebastián de los Reyes, el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, presidió una Eucaristía en la que destacó que con la conversión “celebraríamos la Navidad como una fiesta feliz porque nos trae el don de la felicidad, de la vida, la posibilidad de querer, esperar y amar”
A cinco días del nacimiento del Señor, el cardenal Rouco señaló que es un acontecimiento que tuvo lugar hace más de 2000 años pero que sigue manteniéndose actual a lo largo de todos los tiempos. “Queremos –dijo- vivirlo y celebrarlo en correspondencia con lo que significa y supone para el hombre”.Afirmó, que “en momentos en los que vivimos difíciles de la sociedad actual marcados por la palabra crisis, pensar que no hay crisis que se resista a la bondad y misericordia de Dios es lo propio de los cristianos que celebran la Navidad con fe, con esperanza, con amor, y con caridad”.Así, en este tiempo de Adviento y preparación de la Navidad, subrayó que “el hombre necesitaba desde siempre, y lo sentía además así, alguien que lo salvara” puesto que él no era capaz de salvarse a sí mismo.Habló, además, de San Juan Bautista, a quien definió como “paradigma del pueblo de Israel” y dijo que es el mismo Señor quien “entra en la vida del hombre y toma carne en el seño de la Virgen María”. Dicho esto, señaló que desde entonces “todo ha cambiado” pues “Dios está en el medio del mundo y la humanidad es cosa suya”.“Si el que nos creó por amor entra en nuestra vida porque quiere, tenemos que exclamar con asombro: Dios nos ama mucho”, declaró. “A nosotros –dijo- nos queda de nuevo acoger ese don del misterio de la misericordia de Dios”.Destacó que la parroquia de San Sebastián Mártir fue erigida hace quinientos años en la época de los Reyes Católicos. “Hoy –destacó- es como si recibiésemos una nueva invitación: ¡Convertíos a Dios!” “Así celebraríamos la Navidad como una fiesta feliz porque esa conversión nos trae el don de la felicidad, de la vida, la posibilidad de querer, esperar y amar”.

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