EN LA RENOVACIÓN DE LA CONSAGRACIÓN DE ESPAÑA AL SAGRADO CORAZÓN
El cardenal Rouco: "España también necesita hoy los bienes de reconciliación, de la solidaridad, de la justicia, de la concordia y de la paz"
En el noventa aniversario de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, aseguró ayer, desde el cerro de los Ángeles en Getafe (Madrid), que el camino de la descristianización "no conduce a ningún futuro de salvación y verdadera felicidad para el hombre", y aseguró que España "necesita muchos y santos sacerdotes".
Ante la mirada atenta de todos los católicos congregados a partir de las diez y media de la mañana, hora en la que daba comienzo la Eucaristía, y después de la vigilia de oración vivida el sábado noche por un gran número de jóvenes, el arzobispo de Madrid saludaba a todos los presentes y rememoraba los “tiempos recios” aquellos del primer siglo de la Ilustración moderna cuando “se había querido prescindir de Dios” bajo una visión empirista y positivista del mundo, recordando así la fecha del 30 de mayo de 1919, año en el que se erige “la estatua que había sido levantada por la piedad cristiana del pueblo español en este lugar elegido sabiamente”. “La invitación de entrar por esa espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús podía parecer ilusa a los ojos pragmáticos de muchos; pero era en verdad la única propuesta que podía superar los egoísmos y los odios encendidos de aquella historia”, aseveró.Después de señalar que ante aquel progreso económico y social, proceso histórico del que nace la denominada “cuestión social”, la Iglesia ofrecía “la propuesta del Misterio del Amor de Dios revelado y donado en Jesucristo para la salvación del hombre”, instó a que España necesita también hoy "los bienes de la reconciliación, de la solidaridad, de la justicia, de la concordia y de la paz".El prelado hacía hincapié de esta manera al asesinato que la banda terrorista de ETA cometía el pasado viernes: "El terrible atentado de ETA que le costó anteayer la vida a un servidor de la seguridad y de la paz de todos los españoles lo pone dramáticamente una vez más de manifiesto".Continuó explicando que el camino de la descristianización "no conduce a ningún futuro de salvación y de verdadera felicidad para el hombre", y que por eso se renueva hoy "aquella solemnísima consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús que hicieran nuestros antepasados en la Iglesia y en la sociedad en el año 1919 para que alumbrara la luz de la verdadera esperanza en aquellos momentos tan cargados de graves incertidumbres no sólo para ella, sino también para Europa y para el mundo". "Lo hacemos pidiéndole para todas las familias de nuestra patria y para todos los españoles que nos conceda por medio de su espíritu robustecernos en lo profundo de nuestro ser, que Cristo habite por la fe en nuestros corazones, que el amor sea nuestra raíz y nuestro cimiento, que comprendamos y bebamos el amor en su fuente purísima, en el Sagrado Corazón de Jesús. Sólo así podemos ser testigos de la esperanza gozosa y eterna", agregó. Año Jubilar SacerdotalHaciendo alusión al Año Jubilar Sacerdotal, que comenzó el viernes, el cardenal arzobispo recordó que los sacerdotes "son los instrumentos imprescindibles de la gracia y del amor salvador de Cristo". Por ello indicó que "la renovada consagración de España al santísimo Corazón no cuajará en frutos abundantes de vida y testimonio del amor cristiano sin sacerdotes santos". "`España, la España de hoy, necesita muchos y santos sacerdotes según el corazón de Cristo!", subrayó. La Eucaristía estuvo concelebrada por el Nuncio de Su Santidad en España, Monseñor Manuel Monteiro de Castro; el cardenal prefecto de la Congregación por el Culto Divino, Monseñor Antonio Cañizares; el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, Burgos, Francisco Gil Hellín, Pamplona, Francisco Pérez, y Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil; el arzobispo Emérito de Valencia, Cardenal García-Gasco; los obispos de Getafe, Joaquín L. de Andújar; Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá; Málaga, Jesús Catalá, o Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, entre otros, según informó el domingo la Archidiócesis de Madrid.
Ante la mirada atenta de todos los católicos congregados a partir de las diez y media de la mañana, hora en la que daba comienzo la Eucaristía, y después de la vigilia de oración vivida el sábado noche por un gran número de jóvenes, el arzobispo de Madrid saludaba a todos los presentes y rememoraba los “tiempos recios” aquellos del primer siglo de la Ilustración moderna cuando “se había querido prescindir de Dios” bajo una visión empirista y positivista del mundo, recordando así la fecha del 30 de mayo de 1919, año en el que se erige “la estatua que había sido levantada por la piedad cristiana del pueblo español en este lugar elegido sabiamente”. “La invitación de entrar por esa espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús podía parecer ilusa a los ojos pragmáticos de muchos; pero era en verdad la única propuesta que podía superar los egoísmos y los odios encendidos de aquella historia”, aseveró.Después de señalar que ante aquel progreso económico y social, proceso histórico del que nace la denominada “cuestión social”, la Iglesia ofrecía “la propuesta del Misterio del Amor de Dios revelado y donado en Jesucristo para la salvación del hombre”, instó a que España necesita también hoy "los bienes de la reconciliación, de la solidaridad, de la justicia, de la concordia y de la paz".El prelado hacía hincapié de esta manera al asesinato que la banda terrorista de ETA cometía el pasado viernes: "El terrible atentado de ETA que le costó anteayer la vida a un servidor de la seguridad y de la paz de todos los españoles lo pone dramáticamente una vez más de manifiesto".Continuó explicando que el camino de la descristianización "no conduce a ningún futuro de salvación y de verdadera felicidad para el hombre", y que por eso se renueva hoy "aquella solemnísima consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús que hicieran nuestros antepasados en la Iglesia y en la sociedad en el año 1919 para que alumbrara la luz de la verdadera esperanza en aquellos momentos tan cargados de graves incertidumbres no sólo para ella, sino también para Europa y para el mundo". "Lo hacemos pidiéndole para todas las familias de nuestra patria y para todos los españoles que nos conceda por medio de su espíritu robustecernos en lo profundo de nuestro ser, que Cristo habite por la fe en nuestros corazones, que el amor sea nuestra raíz y nuestro cimiento, que comprendamos y bebamos el amor en su fuente purísima, en el Sagrado Corazón de Jesús. Sólo así podemos ser testigos de la esperanza gozosa y eterna", agregó. Año Jubilar SacerdotalHaciendo alusión al Año Jubilar Sacerdotal, que comenzó el viernes, el cardenal arzobispo recordó que los sacerdotes "son los instrumentos imprescindibles de la gracia y del amor salvador de Cristo". Por ello indicó que "la renovada consagración de España al santísimo Corazón no cuajará en frutos abundantes de vida y testimonio del amor cristiano sin sacerdotes santos". "`España, la España de hoy, necesita muchos y santos sacerdotes según el corazón de Cristo!", subrayó. La Eucaristía estuvo concelebrada por el Nuncio de Su Santidad en España, Monseñor Manuel Monteiro de Castro; el cardenal prefecto de la Congregación por el Culto Divino, Monseñor Antonio Cañizares; el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, Burgos, Francisco Gil Hellín, Pamplona, Francisco Pérez, y Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil; el arzobispo Emérito de Valencia, Cardenal García-Gasco; los obispos de Getafe, Joaquín L. de Andújar; Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá; Málaga, Jesús Catalá, o Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, entre otros, según informó el domingo la Archidiócesis de Madrid.
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