martes, 8 de diciembre de 2009

EL PAPA ANTE LA INMACULADA


REZO DEL ÁNGELUS
El Papa señala que, en la tempestad del mundo, María es consuelo y guía segura hacia Jesús
Durante el rezo del Ángelus a mediodía de ayer, con decenas de miles de fieles y peregrinos, la Plaza de San Pedro ha vuelto a ser centro de celebración por "una de las fiestas más bellas de la Santísima Virgen María: la solemnidad de su Inmaculada Concepción"

Con la liturgia de ayer, evocando el Libro del Génesis y el Evangelio de Lucas, el Papa destacó el ‘sí’ de María, la nueva Eva, “verdadera ‘madre de todos los vivientes’, es decir de “cuantos por la fe en Cristo reciben la vida eterna”."¡Queridos amigos, qué alegría inmensa tener como Madre a María Inmaculada! Cada vez que experimentamos nuestra fragilidad y las sugestiones del mal, podemos dirigirnos a Ella. Y nuestro corazón recibe luz y consuelo. También en las pruebas de la vida, en las tempestades que hacen vacilar la fe y la esperanza, pensemos que somos hijos suyos y que las raíces de nuestra existencia ahondan en la infinita gracia de Dios”. Benedicto XVI exhortó a rogar a la Virgen Inmaculada su amparo por cada uno de nosotros, por la Iglesia y por el mundo: “La Iglesia misma, aún expuesta a los influjos negativos del mundo, encuentra en Ella la estrella para orientarse y seguir la ruta que le indica Cristo. María es, en efecto, la Madre de la Iglesia, como han proclamado solemnemente el Papa Pablo VI y el Concilio Vaticano II. Por lo tanto, mientras rendimos gracias a Dios por este signo estupendo de su bondad, encomendemos a la Virgen Inmaculada a cada uno de nosotros, nuestras familias y las comunidades, a toda la Iglesia y al mundo entero. Lo haré yo también esta tarde, según la tradición, a los pies del monumento dedicado a Ella, en la Plaza de España”, afirmó.En sus palabras en español, Benedicto XVI recordó también la profunda devoción a la Virgen tan arraigada en España y América Latina: “Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana y a quienes se unen a ella a través de la radio y la televisión. La Iglesia celebra hoy la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María Santísima, tan arraigada en España y en los países latinoamericanos. La Purísima, como es denominada la Virgen en la liturgia de este día, fue preservada de toda mancha de pecado para ser digna morada del Cordero Inocente, abogada de gracia y ejemplo de santidad. Que el Señor nos conceda el don, por intercesión de la “llena de gracia”, de purificarnos interiormente en este tiempo de Adviento para acoger con prontitud la venida de Cristo a nuestras vidas. Muchas gracias”. Como cada año, el Papa saludó con especial alegría a la Pontificia Academia de la Inmaculada, encabezada por el Card. Andrea María Deskur.

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