jueves, 31 de marzo de 2011

VIA CRUCIS POR LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS

VÍA CRUCIS POR  LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS Y NECESITADOS

El Calvario del siglo XXI es el sufrimiento de tantos cristianos en el mundo que a causa de su fe en Jesucristo están perseguidos, humillados, discriminados y mofados.

Hoy, las estaciones del Vía Crucis son China, Vietnam, Arabia Saudí, Irak, Pakistán, India y muchos países más, donde Jesús está condenado a muerte, carga con su Cruz, cae y consuela a los oprimidos.

Nunca entenderemos el Calvario de Cristo si no nos acercamos a los calvarios de nuestros días.

Señor, reflexionando tu dolor y muerte te recomendamos a los perseguidos por tu nombre y te pedimos que les des el amor, la esperanza y el don de perdonar a sus enemigos para que sean para nosotros verdaderos testigos de la fe.

I. Jesús es condenado a muerte

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Llegada la mañana todos los príncipes de los sacerdotes, los ancianos del pueblo, tuvieron consejo contra Jesús para matarlo, y atado lo llevaron al procurador Pilato (Mt 27, 1-2).

Asia Bibi, católica, obrera agrícola de 38 años y madre de dos niños, es la primera mujer que ha sido condenada a muerte en Pakistán, bajo la acusación de blasfemia. La mujer ha sido falsamente acusada de haber ofendido al islam durante una discusión en el lugar de trabajo, donde algunas mujeres musulmanas intentaron convertirla. Asia Bibi sigue en la cárcel, pero si un día sale de su celda correrá un gran peligro: se ofrecen 10 mil dólares por su cabeza.

Señor, a ti también te acusaron falsamente. Tu vida valía solo 30 denarios…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


II. Jesús carga con la cruz

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Entonces se lo entregó para que lo crucificasen. Tomaron, pues, a Jesús, que llevando la cruz, salió al sitio llamado Calvario, que en hebreo se dice Gólgota (Jn 19, 16-17).

En Arabia Saudí no hay crucifijos ni en las escuelas ni en los hospitales. Tampoco hay iglesias. Están prohibidas. No hay curas ni monjas. Nada. Es un país donde no se permite ningún signo religioso o lugar de culto de otra religión. El régimen de la dinastía Saud, que comenzó el año 1932, considera todo el territorio nacional como la tierra santa del islam.

Señor, cuando tu cargas con la cruz que es el signo de la entrega por los hombres y signo de tu infinito amor, en muchos lugares se quita y esconde los crucifijos para que nos olvidemos de ti…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

III. Jesús cae por primera vez

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Dijo Jesús: El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y sígame, pues el que quiera salvar su vida la perderá: pero el que pierda su vida, ese la salvará (Mt 16,24)

El número de los cristianos en Irán es de unos 100 mil en una población de 70 millones. Hay conversiones al cristianismo, pero nadie puede confesar su nueva fe dentro de Irán. Sólo es posible, si luego se muda al extranjero. Algunas familias iraníes que se convirtieron, tuvieron que huir a Europa. Una de ellas cruzó la frontera entre Irán y Turquía en pleno invierno. Fue difícil pero pudieron asegurarse el asilo. Dentro de Irán no podían expresar o mostrar su fe porque se enfrentaban a la muerte.

Señor, no permitas que caigamos en intolerancia…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

IV. Jesús encuentra a su Madre

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí (Lc 1, 45-49).

Una niña cristiana es raptada por los radicales en Irak cuando sale con sus amigas del colegio. Unas horas más tarde los secuestradores llaman a su familia. La madre llorando suplica: “Devuélvanme a mi hija. Les pagaremos con todo lo que tenemos pero devuélvannos a mi hija”. Una voz fría responde con crueldad: “No queremos tu dinero. Sólo queremos romper tu corazón”. Al día siguiente, la policía encuentra el cadáver de la niña en un rincón de Bagdad.

Señor, has visto el sufrimiento de tu Madre. Mira las lágrimas de tantas madres que pierden a sus hijos por la violencia y la guerra…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


V. El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Cuando le llevaban a crucificar, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que venía del campo y le obligaron a ayudarle a llevar la cruz (Lc 23, 26).

En una ciudad en el suroeste de China, cuatro universitarios comparten un pequeño piso en las periferias. Estudian distintas carreras en la Universidad, pero en realidad, estos jóvenes llevan doble vida. Los cuatro son seminaristas y de una forma clandestina y silenciosa se están preparando para ser sacerdotes. Arriesgan su vida y su libertad porque en su país, ser sacerdote católico es un delito.

Señor, manda a los que sufren, sacerdotes santos para que, como el Cireneo, lleven la cruz par que los alivie.

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


VI. La Verónica limpia el rostro de Jesús

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.


Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me distéis de beber (Mt, 25,35).

Las Misioneras de la Madre Teresa de Calcuta, llevan en Camboya varios centros donde acogen a las personas con minusvalía física y psíquica, a los enfermos de SIDA y leprosos. La minoritaria Iglesia Católica de este país asiático, da educación a miles de niños sin recursos económicos y trabaja con los afectados por las minas antipersona. Los misioneros limpian diariamente el rostro de Jesús en los más olvidados.

Señor, abre mi corazón y permíteme ver tu rostro, en los que encuentro en el camino de mi vida, en los más miserables y no deseados. (Silencio)


Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


VII. Jesús cae por segunda vez

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella para santificarla (Ef 5,25-26).


Durante el tiempo de comunismo en la antigua Unión Soviética la Iglesia sufrió una gran persecución. Las iglesias fueron convertidas en cines, almacenes de trigo o simplemente destruidas. Los sacerdotes y religiosos, encarcelados y enviados a los campos de trabajo. Algunos sacerdotes que se salvaron de la cárcel, visitaban a las familias cristianas dispersas por todo el país, a escondidas celebraban la Eucaristía en las casas particulares y con las ventanas tapadas con manteles.

Después de la caída del comunismo, en las repúblicas exsoviéticas muchos católicos volvieron a su practica religiosa, las comunidades crecen y las vocaciones aumentan. Después de un invierno tan duro llegó la primavera…

Señor, en los momentos más duros de nuestra vida danos la esperanza…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


VIII. Jesús consuela a las mujeres

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.


Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, que se lamentaban y lloraban por Él. Vuelto hacia ellas les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos (Lc 23, 27-28).

El Papa Benedicto dice: “En concreto, pienso en la situación de algunas partes del mundo donde la colaboración y el diálogo interreligioso necesita del respeto recíproco, la libertad para poder practicar la propia religión y participar en actos públicos de culto, así como la libertad de seguir la propia conciencia sin sufrir ostracismo o persecución, incluso después de la conversión de una religión a otra".

Palabras de apoyo hacia los perseguidos, gestos de protesta, firmas contra la intolerancia pero sobre todo una oración constante pueden influir a que los gobiernos que no respetan los derechos de los cristianos, cambien su actitud.

Señor, aumenta mi valentía, para que sepa luchar por los que nadie defiende.


Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

IX. Jesús cae por tercera vez

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Os he dicho esto para que tengáis paz conmigo. En el mundo tendréis tribulaciones, pero confiad: yo he vencido al mundo (Jn 16, 33).


Burkina Faso, Tanzania, Jordania… allí se mezclan las diferentes culturas y cultos. Sin embargo no existen grandes conflictos. Los niños cristianos y musulmanes juegan juntos y van a la misma escuela. Los vecinos comparten sus alegrías e inquietudes.

Es posible vivir en paz sin ningunas diferencias religiosas, sociales, raciales y culturales.

Señor, hazme un instrumento de tu paz.Donde haya odio, siembre yo amor;donde haya injuria, perdón;donde haya duda, fe;donde haya tristeza, alegría… (San Francisco de Asís).

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


X. Jesús es despojado de sus vestiduras

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, haciendo cuatro partes, una para cada soldado y la túnica (Jn 19,23)

La violencia y las amenazas obligaron a unas mil familias cristianas a abandonar sus hogares, negocios y pertenencias en Bagdad. Con una o dos maletas tuvieron que huir al norte del país y comenzar su vida de nuevo. Las casas cambiaron por tiendas de campaña. ¡Se quedaron sin nada!

En muchas zonas de conflicto armado la gente tiene que abandonar todo lo que consiguió lograr durante años de esfuerzo, ahorro y trabajo. Viven en los campos de refugiados, lejos de su tierra, separados de sus familias. Algunos se montan en una patera y arriesgando su vida, van buscando libertad y una vida digna. Muchos cristianos siendo perseguidos huyen de Irak, Pakistán, Sudán, Palestina y buscan refugio en otros países.

Señor, que en mi casa y mi corazón, siempre sean bienvenidos los que no tienen hogar…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


XI. Jesús es clavado en la cruz

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Cuando llegaron al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí con dos malhechores Jesús decía: padre, perdónales porque no saben lo que hacen (Lc 23, 33).

Goran, es el nombre ficticio de un bosnio que combatía en los Balcanes en las milicias musulmanas contra los serbios y los croatas. Durante la noche escuchaba en la trinchera una radio de Sarajevo que transmitía al mismo tiempo los discursos de Mustafa Ceric, jefe de la comunidad islámica de Bosnia, y los discursos del Cardenal Vinco Puljic sobre la guerra. Mustafa Ceric decía que había que hacer la guerra santa y combatir para que esta tierra se hiciera musulmana y es un deber de cada musulmán luchar en la guerra. Por su parte, el cardenal Vinco decía que no habrá paz en esta tierra hasta que no tengamos el valor de perdonarnos; la reconciliación, añadía, es la única vía que llevará a la amistad. Goran se quedaba impresionado por el hecho de que mientras su líder incitaba al uso de las armas, su enemigo invitaba a la reconciliación. Unos años más tarde estando ya en Italia pidió el Bautismo…

Señor, enséñame a perdonar y pedir perdón…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


XII. Jesús muere en la cruz

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.


Después de probar el vinagre, Jesús dijo: Todo está cumplido, e inclinando la cabeza entregó el espíritu (Jn 19,30).

Hace pocos meses, el día 31 de octubre los fieles de la comunidad sirio-católica en Bagdad estaban reunidos en su catedral para celebrar la Eucaristía. De repente se oyó una gran explosión. En pocos segundos sólo se veían los bancos destrozados y una multitud de cuerpos sin vida. Los que salvaron su vida salieron del templo entre gritos y llantos. El atentado de un grupo islamista costó la vida a 58 personas, entre ellas, siete niños y dos sacerdotes.

Murieron por Cristo, como Cristo murió por nosotros.

Señor, que los mártires de nuestros tiempos, gocen de tu presencia en el cielo…

(Silencio)


Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


XIII. Jesús es bajado de la cruz

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.


Al caer la tarde vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era discípulo de Jesús tomó su cuerpo y lo envolvió en una sábana limpia (Mt 27, 57.59).

Un lunes por la mañana, 150 católicos de la parroquia de Tam Toa en Vietnam estaban construyendo una estructura temporal para el culto y para atender las necesidades religiosas. Habían colocado una cruz y un altar en el interior del recinto de la iglesia en ruinas. Más de cien policías y agentes de seguridad llegaron al lugar. Les impidieron seguir con sus tareas y a los que se resistieron, les lanzaron bombas lacrimógenas y les golpearon con porras y fusiles. Más de veinte católicos locales fueron golpeados fuertemente, introducidos en vehículos militares y detenidos.

Los funcionarios derribaron la cruz de madera y atacaron a unas mujeres que intentaban evitar que se la llevaran.

Señor, que siempre sepa defender la cruz, defender mi fe y la Santa Iglesia…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

XIV. Jesús es sepultado

Te adoramos. Señor Jesucristo, y te bendecimos,

porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Había un huerto cerca del sitio donde fue crucificado Jesús, y en él un sepulcro nuevo, en el cual aún nadie había sido enterrado y pusieron allí a Jesús (Jn 19, 41-42).

Los católicos coptos en Egipto se sienten cada vez más marginados y ciudadanos de "serie B" en su país. Según un informe gubernamental, Egipto cuenta con 93.000 mezquitas, pero con apenas 2.000 iglesias. Para los 8-10 millones de cristianos, obtener los permisos para construir una nueva iglesia o realizar trabajos de mantenimiento, resulta muy difícil.

No se permite construir templos cristianos para que la Cruz no triunfe. Otra vez tenemos que volver a las catacumbas…

Señor, que cada cristiano, pueda alabarte en un sitio digno y respetuoso…

(Silencio)

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.


Oración final:

Dios nuestro, que en tu misteriosa providencia has querido asociar tu Iglesia a los sufrimientos de tu Hijo, concede a los fieles que sufren persecución a causa de tu nombre, el don de la paciencia y de la caridad, para que puedan dar testimonio fiel y creíble de tus promesas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Padre nuestro…

Dios te salve…

Gloria al Padre…









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Texto: Dominik Kustra





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