viernes, 23 de enero de 2009

LA IGLESIA CON LOS MEDIOS DE COMUNICACION


"IMPRESCINDIBLE EVALUACIÓN ÉTICA"
El presidente de la Comisión Episcopal de Medios señala que “la Iglesia en España quiere mostrar, un año más, su amistad y cercanía al mundo de la comunicación”
El presidente de la Comisión de Medios de la Conferencia Episcopal (CEE) y arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, dijo ayer que “la Iglesia no quiere ni puede permitirse el error de prescindir de la comunicación social” e hizo un llamamiento a los profesionales instituciones y empresas de la comunicación para que busquen la verdad sobre el hombre
Partiendo de la encomienda y el empeño de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social para la amistad y el diálogo entre los “mass media” y la Iglesia, señaló que al final son las personas las que pueden hacer superar las diferencias. “La Iglesia en España quiere mostrar, -dijo- un año más, su amistad y cercanía al mundo de la comunicación".Durante el acto de entrega de los Premios ¡Bravo! 2008, celebrado en el salón de plenos de la Conferencia Episcopal Española, dijo en sus palabras de saludo a los galardonados, que el diálogo con los MCS "muchas veces parece imposible que se pueda conseguir".El arzobispo castrense dijo que "somos conscientes de que nos encontramos en unos momentos cruciales para que la Iglesia encuentre su lugar y su modo de relacionarse con los MCS y los nuevos horizontes tecnológicos. No quiere ni puede permitirse el error de prescindir de la comunicación social".No obstante, añadió, tampoco desea realizarla "a cualquier precio", renunciando a llevar a cabo "la imprescindible evaluación ética de los modos y medios comunicativos que reclama Benedicto XVI con la denominada 'Infoética'" y reconoció la labor de los periodistas, de quienes dijo que "en tiempos de guerra y odio en las tierras de Jesús, y en otras contiendas olvidadas, que se juegan cada día sus vidas para que la noticia llegue hasta los últimos rincones del mundo".Pidió, también, "que el universo de la comunicación no brille por el glamour de sus estrellas mediáticas, sino porque resplandezcan los valores de la justicia, el derecho, la solidaridad que hacen grande a la humanidad".Los premios anuales "¡Bravo!" han sido instituídos por la Iglesia española para reconocer la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se distinuen a lo largo del año por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos.

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