domingo, 21 de diciembre de 2008

LAS COSAS POR SU NOMBRE


LA FAMILIA, GRACIA DE DIOS
El Arzobispo de Madrid advierte que la ley de regulación del aborto “hace crecer la cultura de la muerte”
Pocos días antes de la celebración de la festividad litúrgica de la Sagrada Familia, que se celebrará en Madrid con una Eucaristía en la plaza de Colón, con el lema ‘La Familia, gracia de Dios’, el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, mostró ayer su rechazo a la propuesta de plazos para regular el aborto recordando que “hace crecer la cultura de la muerte”.
En declaraciones a la Cadena COPE, el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), afirmó, que la solución ante la reforma de la Ley del aborto, es elaborar una "cultura de la vida" en la que se incluya el bien y el favor para la madre."No creo que haya ninguna mujer a la que le guste abortar, así que lo que hay que hacer es ayudarla a que no lo haga en vez de facilitarle el hecho del aborto", aseveró el cardenal, quien también recordó que esta manera de actuar resulta complicada cuando el Estado intenta reconocer el aborto como un hecho normal. Rouco también quiso advertir que en los últimos años ha ido creciendo en España "una especie de cultura de la muerte que nos ahoga", por lo que es necesario, responder "tratando de que las ideas, la mentalidad social, la opinión pública y la participación ciudadana, sobre todo de los católicos, contribuya a sustituir esa cultura de la muerte por una cultura de la vida".Por otra parte, el arzobispo de Madrid consideró que el mejor marco para defender la cultura de la vida, será la celebración de la Eucaristía que, con motivo de la festividad de la Sagrada Familia, se celebrará en la madrileña plaza de Colón el próximo domingo 28 de diciembre. Por ello el cardenal no quiso perder la oportunidad, y animó a todos los ciudadanos a acudir al acto que este año girará bajo el lema 'La familia, gracia de Dios'.Tal y como explicó, la clebración de la familia, que ya congregó el año pasado a más de un millón de personas, sin Eucaristía, será en esta ocasión más corta pero se vivirá "con la misma intensidad de entonces" y volverá a contar con una conexión en directo con el Vaticano, desde donde el Santo Padre dirigirá unas palabras a las familias españolas.

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