domingo, 14 de diciembre de 2008

URGENTE PREPARACION A LA NAVIDAD. ¡QUE SE NOTE QUE ERES CRISTIANO EN TU CASA!

Los obispos urgen «hacer más visibles» los símbolos cristianos de la Navidad

Cuenta Laura Daniele en ABC que cualquier gesto pueda ayudar a hacer más visible el verdadero sentido de la Navidad. Este es el lema que se han propuesto los obispos españoles de cara a la celebración de este tiempo litúrgico en cada una de sus respectivas diócesis. Adornar las casas y balcones con símbolos cristianos y ser más solidarios, sobre todo ahora que la crisis ha dejado en el paro a tres millones de españoles, son algunas de las iniciativas que, en medio de un ambiente «cada vez más pagano y consumista», proponen los prelados en sus cartas pastorales de las últimas semanas con motivo del inicio del Adviento. Quieren impulsar a los cristianos a manifestar que el tiempo de Navidad «es un momento para recordar y festejar el nacimiento del Niño Dios».
Y es que, con el paso de los años, la casi nula presencia de los típicos símbolos cristianos de la Navidad en las calles y edificios de las principales ciudades de nuestro país ha logrado ir adormeciendo el verdadero sentido de esta fiesta eminentemente religiosa y, sobre todo, en momentos en los que un reciente fallo judicial, que ordena la retirada de un crucifijo de un colegio público de Valladolid, vuelve a convertir a estos símbolos en la piedra de toque para la confrontación y el desgaste de la convivencia.
Para el obispo de Palencia, José Ignacio Munilla, se trata de «todo un esfuerzo estético de una cultura secularizada, que pretende vestir la nada de brillantes colores, engalanando el sinsentido de una “Navidad” sin “Natividad”». «La ausencia de signos —asegura—, máxime cuando nace de un rechazo explícito, es por sí misma ya totalmente significativa del nihilismo imperante. En realidad, el relativismo se expresa en la nada, de la misma forma que el cristianismo se expresa en la cruz y en el belén. El gran engaño consiste en confundir el vacío interior con la neutralidad».
Pero no se trata sólo de la ausencia de los símbolos que forman parte también de la tradición y el acervo cultural de un país, sino, y lo que es más preocupante para los obispos, de los valores que ellos representan. Así, en lugar de alguna «señal del nacimiento de Cristo», nos sorprendemos con «el despliegue de todo un alarde de psicodélicas luces decorativas: figuras geométricas, diseños surrealistas, difusas evocaciones del abeto... Adornos muy llamativos y exuberantes, pero carentes de significado y de mensaje».
En cambio, añade monseñor Munilla, «los dos grandes signos del cristianismo son humildes y austeros: la Cruz y el Niño en un pesebre. ¡Qué lejos estamos de la simbología ampulosa y fascinante con la que se expresa la cultura secularizada y materialista». Este panorama ha llevado al arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez González, a lanzar para estas fechas una original campaña a nivel nacional ofreciendo a los fieles cuatro modelos de colgaduras en tela para balcones y ventanas con imágenes de la Sagrada Familia, el Niño Jesús y el Nacimiento.
Con los reposteros o pósters queremos manifestar que el centro de la Navidad es Jesucristo y que él ha de ser admirado, amado y adorado. Si en cada balcón, en cada casa o piso, en edificios y en lugares visibles se pusiera el repostero estaríamos recordando lo que es la Navidad», asegura el prelado, que ha encargado la confección de estos materiales a una empresa navarra, mientras que los motivos han sido cedidos por las Benedictinas del Monasterio de la Natividad de Madrid.
La iniciativa tiene otra buena finalidad: los recursos obtenidos serán destinados al Fondo de Nueva Evangelización, creado por la Conferencia Episcopal Española (CEE) en 1997 para colaborar en proyectos eminentemente pastorales y de evangelización en países iberoamericanos, africanos, asiáticos y de Europa del Este
Para el obispo de Córdoba, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, este ambiente pagano que se respira paradójicamente en este tiempo de Navidad también es alentado por los medios de comunicación, que «en muchos casos difunden modos de pensar y de actuar que nada tienen que ver con los auténticos valores humanos y cristianos. En demasiadas ocasiones canonizan formas de comportamiento ajenas al espíritu cristiano». Por ello, el prelado propone mantener la actitud de vigilancia propia del Adviento, que enseña a distinguir «los valores auténticos de los aparentes» y «conservar la rectitud moral».
«Nos han quitado el Adviento. Ya es Navidad para el mundo comercial», se lamenta el obispo de Ciudad Real, monseñor Antonio Algora. «La fiebre de las fiestas anticipadas y las posibles ventas que provoca la palabra Navidad han borrado del mapa social este tiempo de gracia que, para los católicos, es el Adviento», critica el prelado, quien recuerda que las cuatro semanas que preceden a la Navidad son «para llevar a cabo un programa en el que abunde la oración, la penitencia y el compromiso caritativo y social».
«Habrá que arreglar la casa, pues estamos mucho tiempo ante la tele y nos hemos apoderado del mando. Debemos usarlo menos y ajustar nuestros gustos y deseos a los de la Persona del Señor. También, como simple ejemplo, se nos pueden haber llenado demasiado los armarios de ropa y, para recibir al Señor, no necesitamos tanto y Él andaba con lo puesto», afirma.

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